Colorines, especialistas y demás zarandajas

Hoy no creo que vayáis a aprender nada de la entrada del blog, ya lo aviso, si esperabas eso puedes pulsar la X de la pestaña del navegador y no te perderás nada.

Hoy sólo estoy de mala leche y escribo para desahogarme.

Y es que hay días que uno siente que está viviendo en la película de El Día de la Marmota, esa en la que un meteorólogo (interpretado por Bill Murray) se ve obligado a repetir el mismo día una y otra vez. Pues lo mismo pasa cuando ves lo que las modas traen al mundillo mágico, y no sólo al de facebook.

Porque ahora está de moda volver a lo de “yo hago magia verde”, “ya hago magia roja”, “yo hago…”. No, tú haces el id****. Estás practicando magia no jugando una partida de parchís.

Lo primero, porque lo que implican los colores que usan los que definen sus prácticas con los colorines no es lo mismo para todos ellos: para unos la magia verde (por ejemplo) tiene que ver con la naturaleza y para otros (los magos del Caos, sin ir más lejos) la magia verde tiene que ver con magia amorosa. O la magia roja, que unos la toman como magia en la que se usa sangre y otros como magia relacionada con los enfrentamientos. Eso ya empezando por ahí, que la gente piensa que como ell@s y sus amig@s definen algo de una forma eso ya se convierte en universal. Y no es así. Por favor, rebaja tu sesgo de grupo. Gracias.

Luego están los que dicen que practican magia negra porque se comunican con los muertos. La práctica de la supuesta magia negra, de las Artes Oscuras, se llama “Nigromancia”, tú lo que –supuestamente- practicas se llama “Necromancia”. De verdad, tienes que dejar de buscar definiciones de lo que practicas (o crees que practicas) en la wikipedia. Y toda esa gente que es luz y amor y se pone a contactar con tus seres queridos fallecidos para que te comuniques con ellos y te liberes de tus ataduras kármicas y todo eso, siendo objetivos, también están practicando la Necromancia.

Toda esta cosa de los colorines de la magia vuelve a surgir de vez en cuando como la mala hierba que nunca se da exterminado. Las técnicas que usas no son lo que “tiñe” de esos supuestos colores a tu práctica mágica. Las técnicas son técnicas. Punto. Hacer acopio de energía y moldearla para enviarla a cumplir su cometido es eso mismo, ahora y siempre, independientemente del uso que le vayas a dar. Yo puedo utilizar un martillo para construir una cuna o para abrirle la cabeza a una persona. Lo que tiñe mis actos de maldad o de bondad es el acto que llevo a cabo con el martillo, no el hecho de utilizar el martillo. E incluso podríamos decir que ni el acto en sí es lo que “tiñe”, sino la intención. Lo explico de nuevo con el ejemplo del martillo: no es lo mismo que yo le abra la cabeza con el martillo a un señor que va paseando tan tranquilo por la calle que si se la abro a un tipo que está intentando llevar a cabo un homicidio, ¿verdad? Pues eso.

Y para rematar el día, además de l@s de los colorines, luego están l@s supuestos especialistas en panteones. “Yo soy especialista en magia egipcia”, “yo soy especialista en magia babilónica”, “yo soy especialista en magia celta” y realmente, casi en su mayoría, lo único que hacen es aplicar técnicas genéricas cambiando los nombres de las deidades que mencionan, cambiar las ofrendas por otras más acordes y poco más. La culpa de todo esto yo se la echo a Murry Hope y a sus libros al respecto, que ha llevado a que (por poner algo habitual) a supuest@s especialistas en magia con deidades egipcias les suene a chino la mención del libro El uno y los múltiples, un texto fundamental para comprender la naturaleza de las deidades egipcias. Lo de “soy especialista” es el mal de la titulitis llevado a la magia. Un practicante puede estar más o menos centrado en algo, pero que se denomine a si mism@ “especialista” no es más que un ejercicio de ego, un intento de aparentar algo frente al resto. Dejando de lado, claro, que igual serías el especialista en el tema dentro de tu grupo de amiguetes o en tu barrio, pero probablemente alguien versado de verdad en esa materia (y que no se da autobombo como especialista)  crea que es muy tierno ver tus esfuerzos.

De modo que, esperando que algún día la gente se deje de chorradas de ese estilo, os deseo una Feliz Navidad.

PD: Y para todos los los que piensen:

 “Pero Alauzlel, la navidad es un constructo judeocristiano que viene de la antigua bla, bla, bla

Tengo la misma respuesta

 “Piri Ilizlil, li nividid is in cinstricti…” ¿Pensáis que no lo sé? Anda, disfrutad de las fechas y no seáis un@s sabidill@s repelentes.

Que tu viaje sea largo y extraño

Alauzlel

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